Como dos esferas fueron poco a poco colocandosé mis pupilas sobre sus hombros, las recoste de manera furtiva , para que los seres que me rodeaban no pudieran percatarse de mi hazaña. Estaba tan confiada de tenerlas en aquel lugar por mas de diez saltos de minutero, que perdí por completo el concepto de la verguenza.
Me encontré entonces siendo más intrépida que nunca, y osé colocarlas justo por enfrente de su sien. Colocadas pues en aquel lugar,pude apreciar de manera mas detenida, como las dos lineas que simulaban dos pápados se contraían una a una cada vez que hacían contacto. La manera en qué se movían de un lado a otro intentando seguir el sonido que era esputado del andén, y justo escondida por detrás de una de las mejillas un arco sonriente que se alzaba diminutamente.
Tan embelezada estaba mi verguenza en aquel lapso de universo , que no le dió tiempo de apretar una de mis manos para hacerme saber que aquellas dos pupilas ajenas estabán a su vez posadas entonces sobre otro lugar.
El minutero decidió entonces dar tres saltos , para hacer que el tiempo avanzara , ya medida que lo hacía mis pupilas se desviaron y se perdieron en una de las cabezas ajenas que se movían por el lugar. El andén fue entonces inundado con ruido , pies y almas. Y a medida que se alejaban , mi verguenza comenzo a apretarme la mano, fue entonces cuando supe que ya no tenia solo un par de pupilas, tenia dos pares. Uno colocado dentro de mis cavidades oculares y otro par sobre mi hombros.
M.K.L